Hoy voy a centrar mis comentarios en comparar la vida de antes con la vida que teníamos antes del confinamiento.
Como dice la canción de Funambulista " la vida de antes", ésta era inmensamente más feliz que la actual, no teniamos nada pero lo que se dice absolutamente nada pero a la vez no careciamos de nada tampoco. En la mesa nunca faltaba un plato de comida (aunque no había tanta variedad como hay ahora), ni faltaba el cariño de nuestros padres ni de nuestros profesores (a los que recordamos con mucho cariño), ni nos faltaba diversión, amistad y compañerismo. Con poca cosa nos contentábamos, ni teníamos tantos Reyes Magos ni tanto Papa Noel.
Ahora el echo de pararnos tan de repente nos ha servido para darnos cuenta que la vida que llevábamos antes de esta epidemia no era una vida feliz , sino que lo único que hacíamos era acumular cosas y cosas, experiencias, viajes y desilusiones. Ahora vemos que somos felices con poco cosa, estando con la familia y pudiendo abrazar a las personas queridas, haciendo una simple videollamada y viendo que la persona que está al otro lado está bien.
Espero que este desconfinamiento tan deseado no nos haga olvidar que lo importante no es vivir deprisa ni derrochar sino que es pararse y decir igual soy feliz sin tanta acumulación de cosas y sobre todo sin que falte el cariño de los nuestros.
Bien escrito, buena reflexión. Espero que algo cambie, para bien.
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